Waffen-SS
Las Waffen-SS grupo paramilitar adcristo a las Fuerzas Armadas Alemanas durante la Segunda Guerra Mundial. |
Se diferenciaba de las unidades del ejército Alemán debido a su entrenamiento, coraje en la batalla y equipo. En si los soldados de las Waffen-SS recibían el mejor equipo y armamento, además de ser los primeros en la milicia alemana de usar el uniforme camuflaje. De armamento poseían:
a.-Pistola Parabellum o "Luger": usada por Oficiales Alemanes.
b.-Carabina Mauser Kar 98-k: estándar del Ejército Alemán.
Tipos de Armas usadas por las Waffen-SS. |
d.-Ametralladora ligera Maschinegewehr 42 o MG 42: arma de apoyo de escuadrón.
e.-Fusil Sturmgewehr 44 o StG 44: el primer fusil de asalto creado.
h.-Granadas de Palo o Stielhandgranate.
Las unidades de las Waffen-SS no solo eran unidades de Infantería, también hubo grupos blindados que operaban los tanques Panzer, Panthers y los modelos Tiger y KingTiger.
Las Waffen-SS, comenzaron como fuerza de seguridad para los altos dirigentes del partido Nacional-Socialista Obrero o NAZI; sus miembros procedían de los grupos Freikorps y de la Reichswehr, ademas de varios grupos paramilitares que surgieron luego del Tratado de Versalles de 1919, estas personas adscritas al partido que no poseían empleo fijo y que eran veteranos de la Gran Guerra.
Antes de las Waffen SS existía las "Sturmabteilung (Secciones de Asalto)" o SA, conocidas por el publico como los "Camisas Pardas"; esta unidades de choque se crearon para la seguridad de los miembros del partido ante cualquier amenaza de los de Socialdemocratas y los Comunistas alemanes. Pero fue desarticulada por ordenes de Hitler, por el miedo que varios jerarcas y empresarios afiliados al partido le tenían a las SA y a su comandante Ernst Rohm. Él junto a varios lideres de la SA fueron asesinados durante "La Noche de los Cuchillos Largos".
Insignias de cada División de las Waffen SS |
A pesar de ello, la experiencia ganada en las campañas de Polonia, Francia y de los Balcanes, y la peculiar forma de adiestramiento, pronto convirtieron a las Waffen-SS en auténticas unidades de élite. En varias ocasiones, las Waffen-SS fueron criticadas por el ejército regular a causa de su indiferencia ante las bajas en el combate. Sin embargo, las divisiones Waffen-SS demostraron ser unas unidades excepcionales y disciplinadas sobre todo en la Operación Barbarroja, mostrando gran eficiencia en el combate. El duro entrenamiento y el excelente suministro de armas y municiones tornaron a las Waffen-SS en unidades de elevado prestigio bélico, dotadas además de una obediencia absoluta y fanática hacia Hitler; la suma de estos rasgos tornó a las Waffen SS en las unidades militares predilectas del Führer.
Las Waffen-SS acreditaron especialmente su valor durante la Tercera
batalla de Járkov en febrero-marzo de 1943, donde el II. SS-Panzerkorps bajo el mando del SS-Brigadeführer Paul Hausser recobró la ciudad ucraniana de Járkov tomada por los soviéticos pocas semanas antes y detuvo la ofensiva enemiga pese a la inferioridad numérica, salvando a las fuerzas del grupo de ejércitos de Erich von Manstein. A mediados de 1943, el II. SS-Panzerkorps formado por el LSSAH, la división Das Reich y la división Totenkopf (ahora divisiones de granaderos tanquistas) tomó parte en la Batalla de Kursk.
Tropas de las SS, en el frente oriental |
Mientras aumentaba el éxito de las divisiones, también se elevaba la dificultad de las misiones que se les asignaron, así como las bajas entre estas unidades militares de élite del Tercer Reich. Las derrotas alemanas de Kursk y del Cruce del Dniéper causaron nuevas bajas en las filas de muchas divisiones de las Waffen-SS, que debieron ser cubiertas con reclutas dotados de un entrenamiento menos riguroso, por las premuras de contar pronto con nuevas tropas de reemplazo. Incluso la división Das Reich debió ser enviada a Francia para luchar contra el maquis a mediados de 1943 debido a pérdidas sufridas en Kursk.
Las bajas sufridas por las Waffen-SS a lo largo de 1943 trajeron una novedad: el Tercer Reich aceptó la integración de fuerzas no alemanas en las Waffen-SS, no sólo de reclutas de origen "germánico" (noruegos, daneses u holandeses) que habían sido aceptados desde 1941, sino ahora con aspirantes de países como Francia, Bélgica, Letonia o Estonia, lo cual suponía que el reclutamiento nazi se concentraba más en el violento anticomunismo de sus aspirantes que en la "pureza racial aria".
Incluso se aceptaron tropas de los Balcanes (croatas y bosnios) y de los antiguos prisioneros de guerra soviéticos (rusos, ucranianos o cosacos), abandonando en la práctica el ideal racial que había perseguido Himmler antes de la guerra, pero tales concesiones se habían hecho necesarias en tanto los triunfos soviéticos causaban graves bajas de veteranos de las Waffen-SS y las derrotas germanas hacían cada vez más urgente disponer de mayor cantidad de tropas en el frente. La lealtad fanática de las Waffen-SS originales hacia Hitler podía ser suplida en el caso de los no alemanes con el fanatismo anticomunista, y ello persuadió a Himmler a aceptar en mayor escala el apoyo militar de los colaboracionistas de cada país de Europa. A inicios de 1944, bajo las insignias de las Waffen-SS se hallaban tropas de casi 25 países diferentes, incluso de algunos neutrales.
Integrantes de la 12° SS División Panzer "Hitlerjugend" |
En los meses del final de la guerra, a las formaciones Waffen-SS se les encomendaron misiones imposibles por parte de Hitler, que las veía aún como muy eficaces en el combate, así como absolutamente fieles al nazismo en lo político. Tras el Desembarco de Normandía numerosas unidades de las Waffen-SS fueron enviadas al frente occidental, pero los éxitos del Ejército Rojo a fines de ese año motivaron que Hitler trasladase a la mayoría de las tropas alemanas de mejor nivel (como las Waffen-SS) al frente oriental.
Las Waffen-SS estuvieron presentes en la Batalla de las Ardenas a
fines de 1944, pero tras algunos éxitos iniciales estuvieron lejos de su gran eficacia de años pasados, siendo contenidas y luego repelidas por las fuerzas aliadas. Luego participaron en febrero de 1945 en la Ofensiva del Lago Balatón siguiendo unas órdenes de Hitler para recuperar Budapest y destruir todo un frente del Ejército Rojo, lo cual resultaba imposible de cumplir.
SS operando un Panzerfaust |
Sorprendentemente, tras el fracaso en Hungría, Hitler censuró duramente a las Waffen-SS amenazándolas con ser disueltas y agregadas a otras unidades, ordenando además el retiro de títulos honoríficos. La orden disgustó y no fue cumplida por el comandante del VI. SS-Panzer-Armee, SS-Oberstgruppenführer Josef "Sepp" Dietrich, criticando más bien la insistencia de Hitler en lanzar a las ya disminuidas Waffen-SS a operaciones casi suicidas.
Durante los meses finales de la guerra Hitler lanzó nuevas críticas contra las Waffen-SS, formadas ahora por numerosos reclutas improvisados tras haber perdido a la mayor parte de sus mejores efectivos. Las atrocidades cometidas por las Waffen-SS en el frente oriental causaron un feroz espíritu de revancha en las fuerzas soviéticas, y por ello los jefes de las divisiones Waffen-SS dispusieron a huir con sus hombres lo antes posible hacia el oeste, donde en mayo de 1945 se rindieron casi por completo a las fuerzas estadounidenses.
Durante los meses finales de la guerra Hitler lanzó nuevas críticas contra las Waffen-SS, formadas ahora por numerosos reclutas improvisados tras haber perdido a la mayor parte de sus mejores efectivos. Las atrocidades cometidas por las Waffen-SS en el frente oriental causaron un feroz espíritu de revancha en las fuerzas soviéticas, y por ello los jefes de las divisiones Waffen-SS dispusieron a huir con sus hombres lo antes posible hacia el oeste, donde en mayo de 1945 se rindieron casi por completo a las fuerzas estadounidenses.
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